Yo podría arrollarlo todo, mas no quiero pasar a la posteridad como tirano.
A Robert Wilson, Caracas, 30 de abril de 1827.
Simón Bolívar.
Simón Bolívar firma el Decreto de Guerra a Muerte durante la Campaña Admirable.
El 15 de junio de 1813, Simón Bolívar dio a conocer en la ciudad de Trujillo su Decreto de Guerra a Muerte , que respondía a un episodio de violencia desatada que llevaba ya varios años en marcha, sobre todo por parte de las tropas realistas. Algunos nombres son conocidos por haber cometido los más atroces crímenes: Domingo de Monteverde, Francisco Cervériz, Antonio Zuazola, José Yáñez, Francisco Rosete y otros, que generaron la protesta incluso de los leales al rey, como Francisco de Heredia, quien pidió el fin de las matanzas, Bolívar, informado de la situación, dijo el 8 de junio: "Nuestro odio será implacable y la guerra será a muerte"... sino obráis activamente en obsequio de la libertad de Venezuela. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables". En 1820 se proclamó en Trujillo el Tratado de Regularización de la Guerra, que derogaba el decreto de 1813 en la misma ciudad donde habían nacido.
Bandera de la guerra a muerte, símbolo del cruel enfrentamiento entre las tropas realistas y republicanas.
Fachada de la Casa de la firma del Decreto de Guerra a Muerte.
La casona original fue construida durante el siglo XVIII y perteneció inicialmente a Jacobo Antonio Roth, comerciante caraqueño de ascendencia escocesa que se asentó con su familia en la ciudad de Trujillo en esa época, y quien llegara a ser presidente de la Junta Superior de Trujillo hasta 1811. En 1822 muere su dueño original y la hereda su hijo, quien la vendió al general José de la Cruz Carrillo Terán, prócer trujillano de la independencia y posterior gobernador de la Provincia de Trujillo en 1842, quien la habitó hasta su muerte en 1865.
Por la actividad política de Roth, la casa se convierte pronto en el epicentro andino de las principales estrategias independentistas. Es por ello que las paredes de la edificación fueron testigos de la firma con la que Bolívar activaba, el 15 de junio de 1813, el Decreto de Guerra a Muerte". Luego, en 1820, se firmaron allí los célebres Tratados de Trujillo: el del armisticio y de regulación de la Guerra, que culminarían en Santa Ana el 27 de noviembre de ese año con el encuentro entre Bolívar y el jefe realista Morillo. En aquellas turbulencias, la casona hospedó durante cuatro ocasiones al Libertador Simón Bolívar.
En el año de 1943 la edificación fue vendida al Gobierno Nacional, que la emplea como sede de los telégrafos federales para servir a la población trujillana y pueblos contiguos. En esa década el inmueble también sirvió de sede al primer ateneo del estado Trujillo y segundo del país. Tras mostrar signos de deterioro por tanto trajín, en 1958 se inició un cuidadoso trabajo de restauración de los restos de la vieja casona, especialmente del salón de la tajante proclama bolivariana de 1813, del zaguán y de una habitación contigua. Estos se integrarían a una nueva construcción para albergar el Centro de Historia del estado Trujillo.
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